Efectos de la caricia
La piel como órgano social: efectos de la caricia
En una extensa revisión sobre el tema de los efectos de la caricia, McGlone aporta, en la prestigiosa revista Neuron, la evidencia científica acumulada que muestra que la caricia promueve la secreción de ocitocina y de opioides endógenos. La primera, favorece el contacto social y los segundos un sentimiento de bienestar. La importancia de las investigaciones de McGlone y de sus colaboradores es que demuestran la existencia de neuronas especializadas para la recepción de ese tipo de estimulación. Neuronas que activan en el cerebro áreas relacionadas con el procesamiento emocional. Por ello uno de los apartados del trabajo de McGlone se titula específicamente “The skin as a social organ” (La piel como órgano social). Una publicación del nivel de Neuron jamás permitiría un título así si no estuviera respaldado por sólida base de investigación empírica, específicamente de neuroquímica.
Esta conceptualización de la piel como órgano social también recibió aceptación por otra de las importantes revistas en neurociencia, Experimental brain Research , que publicó las investigaciones de Morrison y colaboradores en 2010 bajo el título de “The skin as a social organ”.
Además, los estudios de Tuominen y col.(Society of Neuroscience, 2013), en un experimento en que sujetos fueron acariciados, mostraron que esto estimula el cuerpo estriado ventral, donde está el nucleus accumbens, y la corteza cingulada anterior, es decir, elemento centrales del sistema de recompensa.
La importancia de los estudios mencionados es que aportan el conocimiento neurocientífico (tipo de neuronas, circuitos involucrados, y sistemas neuroquímicos) a lo que las investigaciones en psicología indicaron sobre los efectos de la caricia tanto en animales como en humanos: mejoran la regulación emocional y el contacto social emocional.
A manera de conclusión práctica: acariciar, ser acariciado.
Hugo Bleichmar